Diego Armando Maradona, Lionel Messi, Roberto Baggio, Michel Platini, Zico, Sócrates… La lista de grandes jugadores que han fallado un penal en la máxima cita del fútbol mundial es más extensa de lo que muchos piensan.
Ahí, cuando la mayoría de los arqueros son recordados como héroes y quienes fallan como villanos, es bueno recordar también –para redención de estos últimos– que la de los cobradores de penales en un Mundial es una historia que comenzó con el pie izquierdo.
El primer penal en una Copa del Mundo se señaló a favor de la selección de Chile, el 19 de julio de 1930. Esa tarde, los suramericanos se enfrentaban a Francia, en el estadio Centenario, para definir el ganador del grupo A.
A los 30 minutos de juego, el árbitro uruguayo Aníbal Tejeda señaló como penal una falta dentro del área francesa. Carlos Vidal se encargó de cobrar, pero su remate acabó en las manos del ágil portero galo Alex Thépot.
Al final, Chile ganaría el juego 1-0, gracias al gol de Guillermo Subiabre, pero heredaría su mala puntería al juego siguiente.
Apenas terminó el duelo, Argentina y México saltaron a la cancha del Centenario para disputar el otro juego del grupo. Al 23’, el árbitro boliviano Ulises Saucedo, marcó un penal a favor de los argentinos, que ya ganaban 3-0. El defensor Fernando Paternoster cobró el castigo y el portero azteca Óscar Bonfiglio se quedó con el balón.
Al 65’, Saucedo marcó otro penal a favor de los mexicanos. Manuel Rosas disparó desde los 11 pasos y el arquero Ángel Bossio desvió el tiro, pero la pelota quedó servida para que Rosas anotara su segundo gol en el juego, pues al 42’ consiguió el primer tanto azteca… de penal.
Vale decir que aquel 6-3 a favor de Argentina pasó a la historia como el juego con más penales marcados en un Mundial.