La temprana y sorpresiva eliminación de Alemania de Rusia 2018 – ¡por primera vez en su historia en fase de grupos! – confirmó la llamada “Maldición del Campeón” que desde el 2002 trae de cabeza a todos los monarcas del fútbol mundial.
Desde el torneo disputado en Corea-Japón, ningún campeón vigente ha podido siquiera acceder a las semifinales del certamen siguiente. Francia, Brasil, Italia, España y ahora Alemania, llamados a defender con honores el título ganado cuatro años atrás, han terminado con actuaciones muy poco dignas de un rey.
En el 2002, los franceses se marcharon de suelo asiático en primera fase y sin marcar un solo gol, con dos derrotas y un empate; en 2010, Italia se despidió también en fase de grupos tras dos empates y una derrota; y en 2014, España dijo adiós tras perder dos de los 3 encuentros que disputó en el Grupo B, incluida la goleada 5-1 que le propinó Holanda.
Ahora, la triste eliminación de los germanos en suelo ruso –con dos sorpresivas derrotas a cuestas ante México y Corea del Sur- hizo recordar la insólita primera eliminación de un campeón de mundo.
Aunque en Francia 1938 supo defender el título conquistado cuatro años antes, para Brasil 1950, en la reanudación de la Copa del Mundo tras la II Guerra Mundial, Italia se convirtió en el primer monarca eliminado en fase de grupos.
Las razones de ese adiós tempranero se remontan hasta el 26 de mayo de 1949, a una de las más grandes tragedias en la historia del fútbol. Esa tarde, el avión que trasladaba al club Torino AC desde Lisboa, se estrelló contra la basílica de Superga, en las afueras de Turín.
Entre las 31 víctimas mortales del accidente aéreo había 18 futbolistas, 10 de ellos titulares de la selección italiana.
La ausencia de las figuras del Gran Toro obligó al seleccionador Ferruccio Novo a rearmar el equipo que viajaría a Brasil a defender el título mundial, pero ese fue apenas el primer obstáculo para el campeón.
Tras la tragedia del Torino, los jugadores no querían ver un avión ni en pintura, por lo que Italia fue la única de las 13 delegaciones que viajó en barco a la cuarta edición de la Copa del Mundo.
Camino a Suramérica siguieron los imprevistos. Sobre el barco solo pudieron hacer un entrenamiento, pues todos los balones cayeron al agua. Cuando arribaron al puerto de Santos, la mayoría de los jugadores iban pasados de peso y sin las prácticas necesarias para encarar el torneo.
La derrota 3-2 ante Suecia, el 25 de junio en Sao Paulo, y el empate de los escandinavos ante Paraguay, cuatro días después, marcó su despedida del Mundial, aunque en su segundo y último encuentro vencieran 2-0 a los guaraníes.