Luego de la tremenda derrota que sufrió el Saprissa 1-5 contra el América de México y que supone una pronta eliminación de los morados en la Concachampions, el asistente técnico Víctor Cordero, indicó que todo “ha sido un desastre”.
Análisis del juego
Ha sido un partido muy difícil para nosotros, se hizo un gran esfuerzo, pero el marcador refleja la superioridad del rival y nos duele muchísimo por la afición. Creo que los muchachos han sudado la camiseta y la diferencia en el marcador se nota porque la camiseta que brilló fue la de color blanco. Tratamos de plantear un esquema con un equipo que fuera al frente, pero nos encontramos un rival que hizo las cosas de forma excepcional.
El planteamiento
Bueno, en realidad esta derrota es total responsabilidad del cuerpo técnico. Nosotros tomamos las decisiones. Nos sentimos totalmente responsables de esto. Agradecemos el esfuerzo de los jugadores, nosotros creímos que podíamos hacer las cosas totalmente diferentes… pero los partidos se estudian y se sueñan, y en la cancha los esquemas son dinámicos y distintos.
Los jugadores
Yo no quiero faltarle el respeto a nadie, no creo que a nivel de jugadores haya tanta diferencia, el fútbol de México tiene mucha movilidad, más que el nuestro y tienen mucha dinámica para recuperar el balón, pero eso es labor de los entrenadores y somos nosotros los que debemos darle a los jugadores lo necesario para que sientan confianza.
El resultado
Yo conozco bien esta institución y después de lo que sucedió debo decir que es un desastre, muy doloroso, que apechuga el cuerpo técnico. El cuerpo técnico tiene toda la culpa. La mejor afición del país es la de Saprissa y también es la más exigente. Hay que saber vivir y conllevar esto.
Ariel y Venegas
De eso no me di cuenta, salí antes que los jugadores, pero lo ideal es conversar en el camerino para arreglar las cosas, si los jugadores discutieron habrá que analizarlo a lo interno. Después de un marcador como este todos venimos calientes y dolidos, y muchas veces un gesto cala de más en algunos, no podemos perder el norte, hay que conversarlo.