Las personas son seres sociales que necesitan estar en contacto con otras personas, en mayor o menor medida. Es por ello que toda la situación del COVID-19 está resultando tan difícil para algunos. Sobre todo por el distanciamiento social y la obligada cuarentena, encerrados en casa en algunos países.
Evitar el contacto físico es complejo en ocasiones. Especialmente cuando se trata de personas muy cercanas. Los sentimientos y emociones son difíciles de retener y controlar. Por eso muchos recurren a videollamadas, redes sociales, chats y al mundo online. Un claro ejemplo son las escorts de México o las parejas por motivos de salud. Y es que el deseo y el placer no descansan en cuarentena.
Por lo que si no se satisface físicamente, la mente y el cuerpo buscan otras maneras de dar rienda suelta a la pasión. Es por ello que la cantidad de juguetes sexuales y la accesibilidad a contenido adulto online ha aumentado.
Se ha demostrado que el virus se puede contagiar a través de besos, por la nariz, la boca y los ojos. En cuestiones de sexo no está cien por cien demostrado aunque no es recomendable. Ahora lo más importante es cuidarse y protegerse a uno mismo y a los demás.
Por esta situación ya aparecen algunos estudios que dicen que el confinamiento está abriendo las mentes a nuevas cuestiones sobre sexualidad. Sea por el motivo que sea nuevas prácticas están aumentando su popularidad como el sexting.
Esto se refiere a la interacción más o menos explícita con mensajes, imágenes y vídeos de caracter sexual entre varias personas. Como las conocidas fotos de genitales que muchos hombres envían por WhatsApp o en privados de redes sociales.
Pero esta práctica puede dar mucho placer si se hace bien. Poco a poco, de mutuo acuerdo, contar las fantasías propias, todo lo que se haría si se estuviera uno frente al otro… Cualquier cosa que pueda resultar erótica o excitante para las partes que intervienen en la conversación online.
El objetivo principal es que todas las personas disfruten. Para los más y menos tímidos, vergonzosos o miedosos por publicar ese tipo de contenido. Puede ser desde lo más sutil como textos escritos, hasta audios, imágenes o incluso vídeos. Parece que antes lo practicaban tan solo alguna de las damas de compañía de Costa Rica pero ahora se ha vuelto más popular. También lo están experimentando parejas, amigos con derechos y especiales separados por la distancia.
Una experiencia que puede resultar muy completa. Una prueba de placer diferente que permite interactuar con otra u otras personas sin peligro de contagio de COVID-19, enfermedades de transmisión sexual ni embarazos no deseados.
Disfrutar de todas las ventajas del sexo y vivir la sexualidad de manera completa. Ayudar con el autoconocimiento, descubrir nuevos placeres, sentirse deseado y escapar de la ansiedad y la incertidumbre.
Como dijo Octavio Paz, la imaginación tiene un papel fundamental en todo acto erótico. Dar rienda suelta a la pasión, desahogarse, respirar hondo. Contenido íntimo y personalizado con un mismo objetivo, el placer y la excitación del destinatario del mensaje.

El sexting ayuda a reavivar y mantener la llama de la pasión en estos días. Una gran ayuda, sobre todo para las parejas que actualmente no pueden verse ni quedar por la situación. Un entorno de confianza y unión entre todas las partes. Donde sentirse seguro y descubrir la propia sexualidad. Liberarse de los malos sentimientos que está generando la pandemia, un pequeño desahogo para ese echar de menos.
Una ligera forma de sentirse querido y acompañado durante estos momentos. Un apoyo placentero para que las horas pasen más deprisa. Una experiencia única y cambiante cada vez que se practica.
Una forma de placer donde los límites los pone la imaginación y creatividad. Un lugar en el que poder encontrarse a uno mismo, liberarse y disfrutar. Además de divertirse y sorprenderse al ver la reacción de la otra persona. Una buena manera para descubrir los deseos más profundos, nuevas maneras de excitarse, fetiches e incluso fantasías. Lo mejor es que puede comenzar de la manera más inocente y natural como con un “Hola, ¿cómo estás?”
Una buena alternativa en estos tiempos de pandemia. ¿Un sustituto del sexo físico? No es exactamente lo mismo pero por el momento y sobre todo para las prepagos de Colombia, las parejas separadas por la distancia y aquellos que siempre han disfrutado del sexo casual o de la masturbación por el momento supone un alivio. Tan solo hay que encontrar la persona adecuada con la que experimentar el sexting. Un modo de mantenerse unidos, conectados y cercanos a pesar de todas las noticias e incertidumbre del presente y futuro cercano.
Algo que empieza por curiosidad, ver cómo se siente y que sin duda genera adicción al ver el placer que provoca. Tan solo es necesario dejarse llevar y elegir con qué tipo de sexting y qué contenido se siente más cómodo para interactuar. El objetivo es claro, disfrutar sin obligaciones ni presiones, si no libres.
Fdo.: Deborah Salas