El Saprissa fue su propia presa ante el deseo de golear, y no pensar en tan solo ganar. Desde que Mariano Torres malograra un penal apenas al 20′ se desdibujó frente a un Santos que llegó frío a la Cueva, golpeó primero con Salas, y sentenció un 1-2 de escándalo con un golazo de Azofeifa despúes de que Leite había hecho creer en un milagro morado.
Dos variables de peso en este capítulo de cierre: se vio al Saprissa irregular de todo el 2017, y volvimos a presenciar al Santos sólido de Johnny Cháves que resultó subcampeón de la Liga Concacaf y que se metió en las cuadrangulares de ambos semestres. Saprissa no quedó eliminado por el morbo de que a la misma hora Herediano perdiera en casa con la mitad de su Alto Rendimiento 1-2 contra Pérez Zeledón, quedó fuera por su incapacidad.
Por la caída libre del rendimiento de sus otroras figuras, Marvin Angulo, Ulises Segura, o el mismo David Ramírez. Por solo ver un par de veces la promesa de Jerry Begtson de ser ese hombre gol. Saprissa conoció el infierno por sus pecados.
La escena del duelo fue agradable hablando propiamente de fútbol, aunque la primera parte se movió tanto que resultó enredada, Mariano Torres calibraba su cañón y Alejandro Gómez detenía con su pierna estirada un remate colocado de Daniel Colindres, todo eso antes de que a los 20′ Colindres buscara un penal a todo corazón. El capi del Monstruó no la dejó escapar sobre la línea final, de barrida madrugó a Pablo Arboine y Gómez tuvo que bajarlo cuando intentó pasar. El penal fue desaprovechado por Torres, con total inseguridad aprovechada por Gómez, que se acostado a su izquierda para parar.
Fue el justo momento para mandar el juego y el Saprissa lo desaprovechó ante un rival que nada perdía, y que podía terminar su gran temporada con decoro. Ulises amagó dos veces a Obando en el área y remató debil al cuerpo de Gómez, Colindres se confundía en los fuera de juego, Angulo disparaba sin claridad, como lo fue su campeonato y si Colindres aparecía de nuevo, la tiza por estaba.
Ante el estrés por anotar, la zaga se confundía y en una mala salida Aaron Cruz tuvo que volar para enviar al córner un remate de Starling, posterior Angulo sacó el balón de la línea ante otro disparo de Starling.
El cierre previo al descanso fue frenético, se jugó a ida y vuelta, con ansiedad morada y serenidad de un Santos, cauteloso y peligroso. Cruz volvió a tapar un cabezazo de Starling y Alejandro Gómez dos frentazos de Colindres. Arqueros activos, y el paradón más notable recayó en Cruz, cuando a una mano detuvo un libre directo de Osvaldo Rodríguez al ángulo.
En el primer minuto del tiempo añadido, otro error de salida morado, Joseph Mora pegó su despeje en el cuerpo de Edder Solórzano, la pelota le quedó a Kenny Cunningham que recién había ingresado de cambio por el lesionado Pablo Arboine, filtró al segundo palo y ahí a placer Reimond Salas la envió a la red silenciando la Cueva. Sin embargo, dos minutos después, Mariano la mandó a la olla y Anderson Leite que por ahí andaba sin marca en el área, definió a un lado de Gómez para igualar la cuestión.
Saprissa volvió a salir con todo al inicio del complemento, Ulises Segura tuvo dos claras de arranque, primero con un cabezazo que se estrelló en el larguero y después con un disparo cercano al poste desaprovechando una clara contra.
Y de nuevo el martirio del local ante su carencia de tranquilidad, el ‘Pato’ Rodríguez movió rápido a Wilmer Azofeifa y este sencillamente se salió, buscó rumbo al arco dejando a medio Saprissa en el camino, enganchó a Yostin Salinas, Leite, Héiner Mora y sin nervio alguno definió cruzado ante Cruz para el 1-2 a los 55′.
La revolución hizo que Carlos Watson ajustara cuanto antes, tiró de David Ramírez por el desaparecido Angulo y de Jerry Bengtson por Leite. El hondureño encontró al 70′ un centro óptimo para empatar de nuevo, e increíblemente cabeceó por fuera. La acción dejó al catracho con quizás, su última acción de festejar vestido de morado, y era esa la que ocupaba.
El Santos controló el ímpetu del dueño de casa, Ian Smith hasta pudo liquidar en una contra donde terminó sin gas, y del Saprissa solo quedó un cabezazo peinado de Jonathan Moya sin brújula. Antes del pitazo ya en el Rosabal Cordero se conocía el futuro, bastó un minuto más para tener el presente en Tibás. El Saprissa se quedó sin final, sin un título que ya tenía patente en los diciembre.