Resulta curioso oír a personas argentinas hablar de deportistas destacados más allá del fútbol. Recordar a “La Torre de Tandil” conocido como Juan Martín Del Potro, Gabriela Sabatini y Guillermo Vilas en el tenis, a Carlos Monzón en el boxeo y a Luciana Aymar en el hockey sobre césped son pequeños casos que salen a unas disciplinas anexas al balompié, condecorando a los más profesionales y dando base a la élite del deporte albiceleste.
Pero hoy debemos ir a un atleta que ha sido una imagen a seguir para todos en una nueva cancha con un balón distinto. Este en cuestión tiene nombre Emanuel David Ginobili que, nacido desde Bahía Blanca hace ya unos 41 años (y tres días), tiene la virtud de estar en el Olimpo del deporte argentino, muy a la par de genios como Diego Maradona y Lionel Messi.
Y es que el hombre conocido como “Manu” Ginobili tiene una historia que cuenta su grandeza en muchas partes del mundo. Italia, la propia Argentina y la élite del baloncesto conocida como la NBA vieron a este hombre participar en más de una temporada al astro que hoy es la imagen nata de este deporte en cada una de las provincias del país latino.
Ganando trofeos como la Liga y Copa italiana, de Europa con sus respectivos MVP de temporada y finales, era una señal clara que el muchacho debía aspirar a un conjunto más alto que el Kínder Bolonia. Su oportunidad llegó de la mano de su inseparable remera negra de San Antonio Spurs, un equipo que serviría para su consolidación máxima desde 2002 que empezó a destacar en la NBA.
Campeonato de NBA en su primera temporada, dos más en 2005 y 2007, participaciones constantes en el All Star Game y distinciones donde se le incluía entre los mejores quintetos del torneo en varias ocasiones. No se puede decir que el hombre a quien también apodan “Manudona” es el que más partidos tiene en la competencia más prestigiosa del baloncesto como argentino, consiguiendo más de mil hasta la actualidad. Pero esto no queda ahí.
Resulta ser que el ídolo de Bahía blanca también trajo orgullos con la escuadra nacional, consiguiendo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004, con mejor jugador de por medio y Bronce en Pekín 2008. Es junto a Bill Bradley el único en conseguir los tres trofeos más prestigiosos de la disciplina en general, pasando de Euroliga a la NBA y a la medalla de oro en los Olímpicos.
Si los argentinos no encontraban un prototipo perfecto en Messi o Maradona en el fútbol, pueden tranquilamente desplazarse al baloncesto, y ahí tendrán al ícono que tanto se han esmerado en buscar en todos los deportes donde sobresalen. Al grito de “no te vayas Manu” siguen vitoreando la mayoría de los fanáticos de San Antonio así como todos los albiceleste fanáticos. No hay duda de que pase lo que pase “Manu” será una leyenda hecha de Argentina para el mundo entero.